Antonio Aranda, Pastoral del Trabajo: ‘‘Estar satisfecho al terminar la jornada es trabajo decente’’

En la víspera del 1 de mayo, Día del Trabajo, conocemos que hay 139.700 personas nuevas en paro. ¿Cómo trabaja la Pastoral del Trabajo con los desempleados?

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A las puertas del Día del Trabajo, sabemos que el número de ocupados ha bajado en 139.700 personas en España este primer trimestre del año. Este dato sube la tasa de paro al 12’29% según la EPA. Además, hay 975.000 hogares donde ninguno de sus habitantes en edad de trabajar lo hace.

Hace unos días sabíamos que 721 personas fallecieron en su trabajo. Un dato destacado porque el pasado domingo se celebró el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.

La Iglesia contribuye a meter a trabajar a personas ‘‘en condiciones dignas’’, afirma José Calderero, periodista de Alfa y Omega, y destaca que el año pasado la Iglesia insertó en el mundo laboral a 13.000 personas. Hay también trabajadores que no llegan a fin de mes. ‘‘El 28% de los jóvenes no tienen trabajo’’, destaca Israel Remuiñán, de COPE. ‘‘Y por encima de los 45 años, la tasa es de más del 50%’’. Y añade que a las empresas les da vértigo contratar a personas con currícula tan extensos. La precariedad y la dependencia de las pensiones de los jubilados han estado también presentes.

Hay personas que no pueden desarrollar un proyecto familiar por no tener trabajo

Antonio Aranda, director de la Pastoral de Trabajo de la Conferencia Episcopal ha explicado que la forma de acompañar al mundo del trabajo es compleja. En primer lugar, y desde la Doctrina Social de la Iglesia, forman a los voluntarios que quieran ayudar. Después se pasa a acompañar a los desempleados, algunos en situación de pobreza o precariedad. ‘‘Últimamente estamos reflexionando sobre las víctimas de accidentes laborales y enfermedades de carácter profesionales’’, comenta Aranda. Un tema, la siniestralidad, que han tratado en reuniones con patronales.

Y sobre las secuelas de esos accidentes, ‘‘el próximo curso queremos dedicarlo a mirar esa realidad’’. Sin duda, la experiencia del Covid ha sido útil para aprender a acompañar. Unas víctimas en las que quieren incluir a las de los accidentes de tráfico.

Destaca la labor de Cáritas y su formación para el empleo, y Migraciones y sus cursos laborales. ‘‘Son personas que no pueden desarrollar un proyecto familiar y personal’’. Y es que, si hay personas que necesitan ayuda psicosocial por su trabajo, ‘‘no trabajar también implica problemas psicológicos’’.

‘‘No todo es tener un trabajo, sino que permita un proyecto familiar y personal’’. El trabajo debe dar la oportunidad para vivir y disfrutar. ‘‘Esto es el trabajo decente’’.

‘‘La Iglesia facilita la entrada en el mundo laboral y ayuda a familias pobres. La Iglesia es un referente’’, afirma en la mesa de terutlia Israel Remuiñán.

Cáritas dedicó 136 millones de euros a las personas sin empleo. ‘‘¿Cuántas instituciones dedican este dinero a esta cuestión?’’, comenta José Calderero.


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